Paseando junto al río en mi ir y venir de autobuses y paseos, encontré un joven montado en un coche con una fuerte música a mucho volumen. Deformado por mi intento banal de comprender al mundo, intente empatizar con él, y al no lograrlo trate de psicoanalizarlo. Finalmente no encontré sentido a poner tan alta la música en la soledad de su coche negro.
Cuando estos pensamientos se empezaban a deshacer en mi mente, escuche la voz de un hombre entrado en años cantando la internacional socialista, en su soledad mientras caminaba. He de decir que la Internacional, me afecta mucho porque la primera vez que la oí, estaba estudiado la guerra civil, en concreto la batalla del Ebro, donde casi murieron más soldados de frió que de disparos, y siempre imaginé como debieron de sentirse esas personas.
Mi reflexión se paró allí, mi autobús estaba a punto de salir así que corrí a cogerlo dejando tras de mi mil pensamientos inconclusos, que creo que no lograre concluir nunca.
Os dejo mi historia para que la aproveche aquel que sea capaz de entenderla.
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2 comentarios:
Me gustan los pensamientos que no llegan a la seguridad de una solucion. Aunque a veces marea dejarlos todos a medias mientras te cuestionas cada palabra.
Un abrazo holandes con muchos pepinillos agridulces.(ultimamente mas agrios)
A lo mejor es que era sordo.
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