lunes, 10 de noviembre de 2008

Sopla viento calido de otoño.

He cogido una cometa de viento, la he hechado a volar, y a soplado brisa de otoño, pero calida, y se me sorpredido el alma. Al mirar al cielo vi una nube de espejo que cogio mi reflejo y me lo mostró, y me vi feliz desde lejos. Pero resulta que era el reflejo el que estaba feliz.

Cuando recogi la cometa de viento, caminé por la orilla siguiendo huellas de alguien que andaba por delante mia, y me gusto pisar sus pisadas haciendolas mias, y sentir bajo los pies descalzos el mundo haciendome cosquillas.

Y mire la ciudad, a lo lejos y entendí que estaban alli todos los seres humanos del mundo, mirando cosas, pisando hueyas y sinembargo me sentí especial.

Al llegar al final de las hueyas no se que encontraré pero me encontre con un profesional del soplido, que me dijo que olvido las piedras del camino y sus pies descalzos eran tremendamente fuertes.

Merendare vitaminas y pondre en hora el despertador a las doce en punto de la noche. Y cuando las alas rotas esten curadas, invitaré al hombre de arena que trepa a los árboles, al soplador profesional y otros tantos a leer finales felices y comieron perdices.

Es tan bueno que allá gente buena...

2 comentarios:

Flor de Sueño dijo...

Es bueno sí, y que se dejen querer.


Y que seamos capaces de descubrirles.

Bahú bamba Lelë dijo...

Me alegra que lo veas claro y nítido, supongo que con las gafas de ver los sueños.

El árbol aún se resiste.