miércoles, 8 de octubre de 2008

Espera...


Silencioso y taciturno,
corridos los ojos,
manchadas las manos,
cansada el alma.
El payaso triste
pintado de sonrisa
rellena un formulario
en la oficina seca de los hombres grises,
retuerce sus criterios
maltrata sus aplicaciones técnicas,
serena su humor repetitivo,
deprime su angustia,
y pone su nombre y apellidos.
Mientras miente sobre el papel,
los hombres grises desayunan.

1 comentario:

Flor de Sueño dijo...

Es precioso, qué bien expresado.. pero dile al payaso que siga a Casiopea, ande hacia atrás y sonria, seguro que consigue escapar de esos malditos hombres grises.

Aún quedamos algunos personajes de cuento vivos, tenemos que recordarnos y buscarnos. Yo hoy me siento cerca de este payaso.

Toma un dedal.