Trenzo buenos tiempos,
amigos,
con trozos de desenperanza en sus corazones
y risas de terciopelo entre las manos.
Peino hogar,
juego,
pierdo siempre disfrazado
de agonico maestro de ceremonias
y coloco colacao entre las piernas.
Tiño emociones,
verdades,
esperanzado en que el destino me ceda
un par de corazones.
viernes, 16 de enero de 2009
miércoles, 7 de enero de 2009
Cuarto kilo de armonía.
Tréboles camicaces se suicidan contra los cristales,
un sin fin de armónicos goteos tintinean,
resbalan y caen despacio
seduciendo la mirada,
un susurro siniestro remueve las ramas
y se transforma en aullido en las esquinas.
Mi libro se calienta en la estufa
mientras mis gafas enamoradas no paran de mirarlo
la manta se tumba descarada sobre mí,
y el sofá se relaja bajo el masaje de ir y venir de posturas.
La calma inunda el alma,
el frió aturde el mundo
mas allá de mi hogar.
un sin fin de armónicos goteos tintinean,
resbalan y caen despacio
seduciendo la mirada,
un susurro siniestro remueve las ramas
y se transforma en aullido en las esquinas.
Mi libro se calienta en la estufa
mientras mis gafas enamoradas no paran de mirarlo
la manta se tumba descarada sobre mí,
y el sofá se relaja bajo el masaje de ir y venir de posturas.
La calma inunda el alma,
el frió aturde el mundo
mas allá de mi hogar.
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